lunes, 29 de abril de 2013

May I hold your hand?...

Aquí estoy, en mi cama de nuevo. Después de una ducha reparadora y a punto de irme a dormir.

No me gusta hacer entradas muy largas. Me parece que son un rollo de escribir y todavía más de leer pero aviso que no se me ocurre muy bien como resumir el día.
Y es que ha sido un día largo...
Ha empezado a las 7 y algo de la mañana, cuando he bajado a desayunar y ayudar a los padres con el desayuno de los pitufos. Mi HM está esta semana conmigo así que cuando lo hemos tenido todo listo nos hemos ido los cinco (pollitos, mummy, abuelo y au pair) a llevar al cole a A.1. De ahí, tras recoger al primo de los pitufos, hemos ido a un parque cercano a jugar un rato, vuelto al cole a recoger a A1 y a casa otra vez, a comer y echar la siesta 2 horas (ell@s y yo, he de confesar)

Por la tarde mi Host abuelo, los pollitos, su primo y yo hemos visitado el RAF museum, dejado al pollito-primo en casa (donde al final han cenado los tres juntos) y vuelto al hogar. Para entonces eran ya las 7 y algo así que mi HM me ha dicho (pese a que aún faltaba bañarles y acostarles) que me fuera a descansar. Sinceramente estaba deseando que llegara el momento de poder irme a dar una vuelta y despejarme un poco pero he querido ayudarla con el baño (lo que no ha podido ser porque mi Host abuela me había hecho sopa con noodles para cenar así que me he bajado a comérmela calentita) 

Después de "cenar" me he ido a pasear un poco, aprovechando que el tiempo se está portando muy bien, y para descansar de tanta casa, familia y niños. Y es que si ya yo, por a gusto que esté, allá donde voy necesito mi tiempo para mí, para autistarme del mundo y encontrarme con mi yo más profundo, estos días siento que lo necesito como el aire que respiro. Es cansado estar en casa ajena, en país ajeno, con idioma ajeno...y en un trabajo que no sabes muy bien como hacer.

Porque sí, es un trabajo. Y se me hace muy curioso. Hace algo más de un año yo era la mujer que, embutida en un traje de seguridad y botas, guiaba con gestos a una máquina excavadora y se codeaba a diario con camioneros y operari@s en plantas de reciclaje. No era un trabajo agradable, pero era mi trabajo y, pese al esfuerzo físico que suponía tengo que reconocer que llegó a gustarme. Sobretodo me gustaba esa sensación de "poder" que me daba el ir dando órdenes a hombretones que me doblaban en altura y peso y la de superación personal que me producía el hecho de hacer un trabajo que pocas personas aguantarían.

Ahora, en cambio, mi vida ha dado un giro de 360º. En lugar de los motores de los trójeles y los trómeles de las plantas industriales, los sonidos que tengo permanentemente en mi cabeza son cancioncitas infantiles. En lugar de toneladas de plásticos y envases, lo que hay a mi alrededor son juguetes, pañales y mini camisetitas.
En lugar de dar órdenes, he aprendido a explicar, en otro idioma y con palabras muy básicas el porqué algo no se puede hacer o a encontrar el modo sutil de que un pitufillo me obedezca sin ser consciente de que lo está haciendo.

Y tengo que reconocer que me gusta. Mucho.
Cierto que es agotador, que no puedo despistarme un segundo y aún no se muy bien como reaccionar ante muchas cosas, lo que me cansa el doble. Pero una manita que en el coche de repente busca la tuya y la sujeta fuerte todo el camino o un duendecito que se abraza a tus piernas mientras busca tu mirada con sus ojitos traviesos. Una vocecita que con su media lengua de bebé te pregunta un "Noeia, may I hold your hand?" mientras paseáis por el museo y hace que algo muy dentro de tí se derrita y decidas que, como te lo pida otra vez, le das la otra si hace falta...
Dos pequeños enanitos que te miran y sonrien confiados (o berrean y gritan, que de todo hay) no pueden no gustarte. Es imposible.

Y en casa sigo haciéndome mi huequito. Y comiendo divinamente. Creo que empiezo a caerle bien a mi Host abuela (es vietnamita y muy tímida) y ya me habla e incluso me ha cocinado sopa con noodles para la cena y me ha buscado para avisarme y que no se me enfriara.
Es budista y cocina los fines de semana para los monjes de un templo cercano. Me había ofrecido ir un día con ella y yo le había dicho que me encantaría acompañarla pero va a ser más pronto que tarde: hoy le ha dicho a su hija que el sábado la iba a acompañar (mientras yo pensaba: einnng?) y me iba a presentar a la "spanish nun" que hay por allí. Estaba dudando si iba a ser buena idea levantarme mi próximo primer día libre a las 6:00 de la mañana para ir con ella o bien decirle que lo dejáramos para otro día (me sabía mal) cuando mi HD me ha dicho que el lunes aquí es fiesta (bank holidays) y tendré un finde largo.
Así que, si no hay cambio de planes, el sábado mi parte "yoga friki" se dará un paseo por mi primer templo budista. Seguro que, después de la semana con los enanos, agradeceré el silencio y la paz del lugar :)

Mientras tanto... a ver si me aprendo la letra de "Chik, chik, chik, chicken" de una vez! ;)



4 comentarios:

  1. Me ha ENCANTADO esta entrada.
    Ha sido curioso, estaba leyéndola y de pronto me he parado a pensar "madre mía, hace cuatro días Noe estaba hablando de irse... y ahora ya está allí, lo está viviendo."
    sé que es obvio pero ha sido...extraño jajaja.

    Me ha encantado lo que has contado de tu antiguo trabajo (no tenía ni idea!!! cada día me sorprendes más!!), de la abuela budista (madre mía, que chulada de mujer, intenta aprovechar lo que puedas aprendiendo de ella!) y de cómo los niños te han ido cogiendo cariño...
    En serio, me ha encantado la entrada. Ha sido luminosa para mí :)

    ResponderEliminar
  2. Que emocionante entrada Noelia.
    Se me saltarían las lágrimas si no fuera porque estoy insómnica perdida y mis ojos están más secos que la mojama.

    Pienso lo mismo que Clara, parece mentira que nos estés contando esto. Ya estás allí, estás con tu rutina, te estás adaptando y por supuesto necesitas tu tiempo para ti. Pero estoy segura de que sabrás administrártelo muy bien ;D

    ResponderEliminar
  3. Me alegro muchísimo de que sigas bien por allí :)
    Dejar de lado tus costumbres debe ser duro, supongo que me pasará igual que a ti, pero por lo que he leído en la mayoría de los blogs (aún no tengo experiencia propia en esto así que voy robando ideas por ahí xDDD) seguro que en un par de días te encuentras mucho más cómoda con todo.
    Qué interesante lo del templo budista, ya contarás qué tal :).

    ResponderEliminar
  4. Sí niñas....es raro. Muy raro. Hace nada empecé el blog, con todo lo que tenía por delante, lo hice y estaba nerviosa perdida por empezar todo esto y ahora...aquí estoy, metida en mi "nueva vida" y deseando estabilizarme en ella, adaptarme de un vez :)

    Noe!!! Mucho ánimo, que hoy estaba pensando que te quedan dos diiitas de nada!!!!
    Y sí, Clara. Mi antiguo trabajo no tenía nada que ver con el último (profe de yoga) ni con este...soy una mujer polifacética :p

    Ampelfrau ya te contaré que tal va lo del templo. Y sí, se hace raro. Sobretodo si estás, como yo, acostumbrada a hacer lo que quieres, cuando y como quieres. De repente no comprar ni tu propia comida es...eso duro. Pero te vas adaptando, como a todo :)

    Un abrazo a las tres!!!!

    ResponderEliminar