De montañas rusas emocionales y listas varias...

En fin...
Ahí vamos. Subida en el vagoncillo de mi feria particular.
Algo tal que así:

.

Porque sí, me siento un poco bipolar. Llevo todo el día super emocionada-nerviosa, viendo documentales sobre Londres y con un montón de ganas de que pase el tiempo...hasta ahora. Justo después de cenar he contado los días y me ha vuelto el "ande te vas a meter, muchacha". Te vas a una casa que no conoces, con gente que no es la tuya, a un país que está lejos...
(Y mientras escribo esto me voy respondiendo yo sola:  ¡Es que es muy guay! Es emocionante saber que, en unos 15 días, dormiré en una habitación distinta, que mi casa será diferente, con moqueta de esa suavecita, que mi rutina cambiará por completo, que hablaré inglés día, sí, día también, que me apuntaré a la biblio y leeré libros en inglés, que el paraguas se convertirá en mi inseparable aliado, que compraré en tiendas con marcas extrañas...y, sobretodo, que aprenderé un montón, seguro, seguro.
Porque a la gente me acostumbraré, a la comida también, las nuevas rutinas acabarán siendo viejas y se harán fáciles con el tiempo...algo dentro de mí dice que todo saldrá bien. Que sólo puede salir bien. Y me apetecen mucho los cambios)

Definitivamente, estoy como una regadera. Pero me viene bien escribir esto, para releerme después en momentos de locura.
En el fondo, sé que es el miedo lo que, a ratos, me echa para atrás. Y la pereza que me da el pensar que ya tengo que empezar a preparar el viaje en serio. Porque hay miedo también en esa pereza.

He decidido que mañana, para que no me coja el toro, me hago una lista con las cosas que quiero meter en la maleta (bueno, y estudio portugués, que no me iría mal)

Pero eso, ya mañana, ¿no? :p